La inspiración y el deseo de dar formas es como una terapia para el alma. Cuando comencé no sabia que tan lejos podía llegar pero siempre me aventure en el reto de no saber que pasaría hasta llegar al final de cada obra y aunque para mi al principio mis obras podían ser mejores seguí tratando de poner lo mejor de mi en cada una de ellas por que siempre fue por amor al arte y no por diversión ni lo tome como un trabajo. Agradezco a Dios por mi talento y gracias a todos los que me siguieron inspirando y alentando.

domingo, 15 de agosto de 2010

princesas

No hay comentarios:

Publicar un comentario